martes, 5 de abril de 2011

COPLAS

A la orilla de la mar
estaba un sapo desnudo,
poniéndose las espuelas
para montar un peludo.

Alojita de algarroba
molidita en el mortero,
que se sube a la cabeza
como si fuera sombrero.

Amores y dinero
quitan el sueño;
yo, como no los tengo,
muy bien que duermo.

A orillas de una laguna
estaba un sapo con otro:
uno estaba de levita
y el otro de bota i potro.

A orillas de una laguna
estaba un sapo en cuclillas,
con la navaja en la mano
haciéndose la patilla.

Cazador salió a cazar
patitos a la laguna.
Salió el patito y le dijo:
cazarás, pero las plumas.

Corrió el sapo una carrera
con una tortuga vieja:
castigaron cuadra y media,
ganó el sapo por la oreja.

La volvieron a correr,
redoblando la parada;
llegando a la cuadra y media,
pegó el sapo una rodada.

Cuando pasé por tu casa,
estaba un cuero colgado,
yo le dije: ¡buenas tardes!
Y el cuero quedó callado.

Cuando salí de mi tierra
de nadie me despedí,
sólo de una pobre vieja
que estaba moliendo ají.

Cuatro camisas tengo,
las cuatro vendo,
para comprarme un coche,
que no lo tengo.

Que no lo tengo, sí,
¡Ay! Me da risa
verme dentro de coche
y sin camisa.

En la falda de aquel cerro
llora triste un gavilán
no llora porque tiene hambre,
sino porque es animal.

En la orilla de un río
cantaba un sapo,
y en su canto decía:
¿con qué me tapo?

En la puerta del cielo
cantaba un riojano.
Sale San Pedro y dice:
¡Entre, paisano!

Lo primero que ofrecen
los de la sierra,
unos quesillos duros
como las piedras.

Como las piedras, sí,
fuego violento,
con el piquito en l`agua
vivo sediento.

Me ha mandado mi mamita,
que le dé las buenas noches;
y si no ha visto pasar
una lagartija en coche.

Me mandaron no sé dónde,
a buscar no sé qué rosa;
y me volví no sé cuándo,
trayendo no sé qué cosa.

¡Ojalá Dios se enojara
y me mandara en castigo
una creciente de arrope
y una soga de quesillos!

Pensando en que me dejaste,
lloro tanto y tan de veras,
que la gente de mi casa
se imagina que hay goteras.

Por las orillas de un hombre
estaba sentado un río,
afilando su caballo
y dando agua a su cuchillo.

¿Qué le pasa a este mocito?
¿Por qué se ha callado tanto?
Parecen que le han cosido
la boca con hilo blanco.

-¿Qué querís que te traiga
de la otra banda?
-Una paloma negra
con las alas blancas.

Si quieres que yo te quiera
lo será con condición
que lo tuyo sea mío
y lo mío tuyo no.

Todas las mañanitas
del mes de enero,
me amanecen las uñas
sobre los dedos.

Una vez canté en mi casa,
y mi voz llegaba al mar;
se aficionó una sirena,
y me tuve que callar.

Un diablo se cayó al fuego
y otro diablo lo sacó,
y otro diablo le pregunta
¿cómo diablos se cayó?

Ya no hay coplas pa cantar,
mandaremos a traer;
en mi casa tengo un árbol
que de coplas se ha i caer.

¡Arribita, arribita!
Dijo un zorrino,
espolines de plata,
poncho i merino.

Ya ha nacido el Carnaval,
la caja es su corazón;
zumo de aloja su sangre,
olor a albahaca su flor.

Mi mamá se llama pascua,
mi tatita Navidad,
yo me llamo Todo Santo,
mi apellido es Carnaval.

¡Ahijuay pucha Carnaval!
Te'hicantar y te'hi bailar,
y el miércoles de ceniza
también te he de cacharpayar.

Ya se armó la cacharpaya
despidiendo el Carnaval;
inverne su caballito
que vuelve al año cabal.

Somos changuitos puneños
de un árido pedregal;
venimos en este día
anunciando el Carnaval.

Con cajitas, con banderas,
ha llegado el Carnaval,
viejas, casadas, solteras,
prepárense pa'bailar.

Alegre Carnavalito,
visitante forastero;
después de los cinco días
se manda a mudar ligero.

Soy lo mismo que el coyuyo,
cada año salgo a cantar;
domingo, lunes y martes,
tres días de Carnaval.

Tres días de Carnaval
pa'mí son una zoncera,
yo quisiera estar bailando
toda una semana entera.

¿Te acuerdas vidita mía
del martes de Carnaval,
cuando yo andaba a caballo
y vos me querías besar?


DE LEIDY LIZETH SALINAS
GRADO 604

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